Alemania tiene tanto que ofrecer al turista visitante que es prácticamente imposible seguir todas las posibilidades. Qué merece la pena ver y a qué hay que prestar especial atención?
A la cabeza está sin duda Berlín, que puede inspirar a casi todo el mundo, incluso a los turistas más exigentes. Como la ciudad más grande de Alemania, ofrece a los viajeros un abanico de oportunidades para pasar su tiempo libre. Ir de compras, relajarse en un parque, recorrer los museos y galerías de arte o pasear entre lugares históricos: éstas son sólo algunas de las muchas opciones disponibles en el centro de la ciudad. La cercana Potsdam también es interesante.
Cuando viaje por Alemania, no se limite a la capital. Ciudades como Hamburgo o Fráncfort son tan atractivas como la propia Berlín y todas ellas se caracterizan por una bella arquitectura, una cuidada vegetación urbana y una infraestructura viaria y turística bien desarrollada.
Colonia, ciudad a orillas del Rin, ganó su popularidad gracias a su catedral gótica más grande de Europa. Fue construida entre 1248 y 1880 y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Una gran ventaja es el hecho de que las principales atracciones de la ciudad están una al lado de la otra, por lo que se puede ver toda la zona a pie.
Todo amante del motor debería visitar Stuttgart, donde se encuentra el famoso Museo Mercedes-Benz, que cuenta con más de 1.500 piezas expuestas. En Baden-Württemberg también merece la pena visitar el castillo de Hohenzollern, que domina las ciudades de los alrededores. Se encuentra a 855 metros sobre el nivel del mar y se divisa a kilómetros de distancia. Heidelberg, con su extenso casco antiguo, y Constanza, que acoge todos los años la popular Fiesta Nocturna del Lago de Constanza, también están a tiro de piedra. El festival está relacionado con los fuegos artificiales en el lago Constanza.
Cualquier viajero probablemente haya oído hablar de Baviera, el estado más grande y desarrollado de Alemania. Aquí se encuentran ciudades como Múnich, Ratisbona o Núremberg, que cuentan con impresionantes monumentos que atestiguan su agitado pasado. Las cosas son más modestas en Lindau, que a su vez encanta a los viajeros por su pintoresca ubicación junto al lago Constanza. Si quiere ver un edificio de cuento de hadas, debería viajar a Schwangau, donde se encuentra el castillo de Neuschwanstein, visitado por cerca de 1,3 millones de personas al año.
¿Qué otras ciudades debería incluir en su plan de viaje? Coblenza con su famoso Deutsches Eck, Dresde con sus magníficos castillos y palacios, Lübeck con sus cuatro iglesias góticas y Schwerin con su bastión de los siglos X y XI.
Si su apetito aventurero aún no se ha saciado, no deje de visitar Bremen, que le encantará con sus encantadoras callejuelas, o Münster, una de las ciudades más bellas de Westfalia. Pero no se olvide de las ciudades más pequeñas, como Wismar o Bamberg, que también tienen su propio encanto y un ambiente único que no experimentará ni siquiera en las metrópolis más desarrolladas.
Por qué no visitar Bremen.
-
